El Swing de Johnnie Walker fue creado durante la edad dorada de los viajes marítimos, en 1932. A lo largo de los viajes de lujo transatlánticos, los barman luchaban de manera desesperada por guardar las botellas de manera segura, para prevenir que se rompieran debido al movimiento constante del barco sobre las olas en alta mar. Pero había una botella que tomaba las olas como un marinero experto, balanceándose elegantemente sin perder jamás su equilibrio: la de Swing. La base convexa de la singular botella le permite balancearse, y dentro de ella hay un blend escocés de lujo. Un rico color oro y nariz dulce perfumada. El Swing es suave y ligeramente fresco con un fondo frutado, algunos toques de humo y roble.

Notas de cata:

• Nariz: compleja y sofisticada, dulce y perfumada. Vainilla y madera de jerez.
• Paladar: suave y dulce, fondo frutado, con algo de humo y roble que persisten.
• Final: largo, rico y dulce.